Los talleres de chapa y pintura sólo han subido de media un 4% el precio de su mano de obra en los últimos tres años, frente a la subida del 16% registrada por las redes oficiales o el 13% de los multimarca no integrados en red, según datos de la segunda edición del estudio "Diagnosis de la rentabilidad del sector posventa", que la Asociación Nacional de Vendedores y Reparadores de Vehículos (Ganvam) ha presentado en su segundo Espacio Posventa, celebrado en Madrid.

Las conclusiones de este informe, elaborado en colaboración con la consultora especializada GiPA a través de una muestra de más de 760 profesionales, pone de manifiesto cómo en un contexto generalizado de costes al alza, este tipo de talleres son los que más lejos se han quedado de aplicar la subida necesaria para asumir este incremento de costes.

Entrando en detalle, los talleres de chapa y pintura -en los que dos de cada tres clientes vienen de una compañía aseguradora- han aumentado su tarifa oficial un 12% en los últimos tres años, hasta situarla en 41,4 euros. Sin embargo, la tarifa que realmente han aplicado (por los acuerdos comerciales con sus clientes) se situó en 36,5 euros de media, apenas un 4% más que en 2021, siendo además la más baja del sector posventa, con más de 16 euros de diferencia frente a las redes oficiales.

En palabras del director general de Ganvam, Fernando Miguelez, "los talleres de chapa y pintura se han quedado muy por debajo de la subida de precio de mano de obra necesaria para asumir el incremento de costes, lo que evidencia la presión que soportan para mantener la cartera de dientes y lo que dificulta su desarrollo, su digitalización y. por supuesto, la creación de empleo, en un momento además en el que no solo el margen por hora de trabajo efectivo es limitado sino que medidas propuestas como la reducción de la jornada laboral tendrán un coste millonario para las pymes".

En este sentido, el informe muestra cómo los talleres de chapa y pintura son también los que menor subida han aplicado en los últimos tres años a los clientes procedentes de aseguradoras. De esta forma, apenas han incrementado un 1% las tarifas para esta tipología de clientes desde 2021, frente al 9% aplicado por las redes oficiales.

Analizando los distintos canales, el ponente comentó que, para las redes oficiales, sus principales clientes son aseguradoras (20%), coches eléctricos (16%) y flotas (11%); en el caso de la nueva distribución, son lo que GiPA denominó buenos clientes (71%) o clientes particulares recurrentes. En cuanto al taller de carrocería, ya se ha comentado: un 65% de sus operaciones proceden de las aseguradoras. Por último, en el caso del taller mecánico independiente, también vive de ese buen cliente particular (supone el 72% del taller que no está en una red y el 61% de los que sí lo están), canal este último en el que también cobra importancia las flotas (un 11%).

El impacto del vehículo electrificado, todavía limitado

Por último, esta edición del estudio incorpora el análisis del precio de mano de obra aplicada a los coches electrificados. En este sentido, las conclusiones apuntan a que, debido a su todavía limitado peso en el parque móvil y en la clientela, sólo un 24% de las redes oficiales aplican una tarifa distinta.

En el caso de los centros de mecánica rápida y autocentros, los clientes con vehículos electrificados apenas representan el 1%, mientras que en los talleres multimarca de red sólo un 15% declara aplicar una tarifa de mano de obra distinta a la oficial para estos coches.