Llega el momento de realizar un nuevo ajuste de hora y cambiar al horario de invierno, caracterizado por días más cortos y con menos horas de luz solar. Amanece antes pero también el sol se pone con anterioridad. Por supuesto, esto afecta también a la conducción. La cadena Norauto ofrece diez recomendaciones para incrementar la seguridad de los automovilistas en la carretera cuando llega el cambio de hora.

Y es que no sólo anochece antes, el cambio de hora también provoca descontrol en el sueño y éste puede ser menos reparador. Además, pueden surgir problemas para conciliar el sueño, somnolencia diurna e, incluso, dificultad para concentrarse. Todo esto puede hacer que durante la conducción surja la fatiga y la somnolencia, con el riesgo que esto supone. Igualmente, hace más frío, surgen condiciones climatológicas adversas como la lluvia o el viento que también afectan a los conductores y su estado anímico. Asñi que, ¿cómo hacer frente al volante a este cambio de hora?

1. Procurar conducir en las horas de más luz natural. De esta forma, la visibilidad se verá menos mermada
    
2. Durante la noche o en caso de lluvia, se recomienda circular por vías suficientemente iluminadas para ofrecer seguridad al conductor
    
3. Evitar coger el coche en condiciones climatológicas adversas como lluvia intensa, niebla o viento fuerte. Siempre que sea posible, se recomienda aplazar la conducción hasta que haya pasado el temporal o apostar por el transporte público como alternativa
    
4. Circular con las luces encendidas, también durante el día. Los coches más nuevos cuentan con luces diurnas que se encienden automáticamente. Si no fuera el caso, se recomienda conducir con la luz de cruce durante todo el día
    
5. Descansar y dormir las horas necesarias. Es importante que el sueño sea de calidad y reparador. Así se evita la aparición de la somnolencia o fatiga al volante
    
6. Revisar con frecuencia el buen funcionamiento de la iluminación del vehículo. Norauto destaca la importancia de comprobar periódicamente que los faros iluminan adecuadamente y que no hay luces fundidas. También es necesario que estén bien reguladas para no provocar deslumbramientos y evitar que se acumule la suciedad en los faros, ya que interfiere en la luz que emiten. En este sentido, como parte del mantenimiento o en forma de revisión específica se puede realizar una renovación de las ópticas, restaurar su claridad, eliminar los arañazos, oxidación y restaurar la transparencia. Utilizar preferiblemente luces halógenas, de xenón o LED. De esta forma, se aumenta notablemente la visibilidad. Por supuesto, siempre deben ser luces homologadas
    
7. Mantener el coche en buenas condiciones y limpio. Hay que tener en cuenta que un coche sucio es menos visible para el resto de usuarios de la vía ya que la suciedad no deja vislumbrar bien el vehículo
    
8. Hay que prestar especial atención al parabrisas, el líquido limpiaparabrisas y las escobillas delanteras y traseras. Los cristales deben estar limpios, ya que la luz sobre un parabrisas sucio provoca deslumbramientos. Además, las escobillas deben estar en buen estado para poder eliminar correctamente la suciedad del parabrisas. No hay que olvidarse del líquido limpiaparabrisas, que también es muy necesario, especialmente si llueve
    
9. Tener en cuenta los ángulos muertos o puntos ciegos, especialmente cuando hay vehículos más grandes y usuarios vulnerables. Son aquellas zonas donde el conductor no tiene una correcta visibilidad. Los ángulos muertos son mayores cuanto más grande es el vehículo
    
10. Llevar en el coche la señal V-16 conectada. Actualmente se pueden utilizar los triángulos de emergencia o la V16 conectada en caso de accidente de tráfico, avería o inmovilización en carretera. Sin embargo, desde Norauto se aboga por esta baliza conectada ya que ofrece una mayor visibilidad, permite ponerla sin salir del vehículo y, además, está conectada con la Dirección General de Tráfico. Este dispositivo pasará a ser totalmente obligatorio en enero de 2026

Por último, Norauto destaca la importancia de poner a punto el vehículo y revisar los principales elementos de seguridad como neumáticos, frenos o líquidos. El automóvil siempre debe estar en buenas condiciones para ofrecer la máxima seguridad.