La rueda de repuesto es una de las grandes olvidadas del vehículo... hasta que nos tenemos que acordar de ella. Así, Euromaster, especialista en el cuidado y mantenimiento integral del vehículo, ha identificado aspectos clave que los conductores deben tener en cuenta sobre su uso y cuidado.

El primer aspecto que pasa inadvertido es que esta rueda requiere mantenimiento. Aunque en la mayoría de los casos no se usa, es conveniente vigilar su presión, sobre todo cuando no se ha revisado durante varios años. En este sentido lo más apropiado y recomendable es controlar su presión al menos una vez al año coincidiendo, por ejemplo, con el chequeo anual del coche. De esta forma, se garantiza que la cubierta tendrá la presión correcta si es necesario su uso.

El segundo aspecto en el que incide Euromaster es sobre el comportamiento o el grado de agarre que pueda tener la rueda de repuesto en el caso de que se tenga que usar tras un pinchazo. A pesar de que aparentemente pueda estar en buen estado porque nunca se ha usado, no tiene la misma capacidad de motricidad que uno nuevo a estrenar. El caucho, al estar mucho tiempo sin usarse, pierde propiedades, ya que es un material muy sensible a la humedad y a los cambios bruscos de temperatura, ya sea con calor o frío extremos.

Y es que tal y como señala Euromaster, la rueda de repuesto es un dispositivo de emergencia, del que normalmente no se puede garantizar que esté en el mismo estado, profundidad ni calidad del caucho que su gemela, por lo que que de forma general su uso está indicado para dar solución a la emergencia y podernos dirigir a un taller.

En este sentido, hay que recordar que los neumáticos deben ser iguales en dibujo, medidas y marca/modelo en el mismo eje, por lo que al sufrir un pinchazo y usar el neumático de repuesto tenemos que garantizar que éste siga siendo así. En ocasiones, si el neumático que ha pinchado no se fabrica, es necesario cambiar los dos neumáticos.

En tercer lugar, la rueda de repuesto original que facilita el fabricante puede ser diferente, aunque siempre equivalente, a las que lleva el vehículo cuando está circulando y sufre el pinchazo. En este sentido hay que recordar que en la ficha técnica de cada vehículo suelen venir reflejados los diferentes tipos de neumáticos (con diferentes medidas de anchura, altura y diámetro de la llanta) con los que puede circular.

Multas y limitaciones

En el caso de la rueda de repuesto completa que cuenta con las homologaciones técnicas necesarias para poder circular, no existe limitación alguna en cuanto al kilometraje y la velocidad, salvo los detalles comentados anteriormente, es decir, que debe ser exactamente igual a la rueda del mismo eje en el que está montada. A nivel normativo, si se circula de forma temporal con este tipo de rueda de repuesto y ésta se encuentra en mal estado con algún tipo de deformación o con una profundidad inferior a los 1,6 milímetros en su dibujo, los agentes de Tráfico podrán multar al usuario con una sanción económica de 200 euros.

Por otro lado, si el vehículo viene equipado con una rueda de emergencia de uso temporal (también denominada rueda “de galleta”) sólo se podrá circular un determinado número de kilómetros (entre 100 y 200 km), una información que viene indicada en el manual del fabricante del vehículo) y hasta una velocidad máxima de 80 km/h. Si se sobrepasan tanto la velocidad como el kilometraje, se corre un serio riesgo de sufrir un reventón en esta rueda de galleta. Por tanto, en estas condiciones, lo más recomendable es acudir sin demora al taller más cercano para arreglar el pinchazo o para sustituirlo por un neumático nuevo.

Finalmente, otra duda habitual entre los conductores es si es obligatorio llevar una rueda de repuesto. A nivel normativo -explicado en el anexo XII del Reglamento General de Vehículos-, los vehículos deben llevar una rueda de repuesto completa o una de uso temporal (galleta) si son los únicos sistemas alternativos de los que disponen para circular en el caso de sufrir un pinchazo.

Por otro lado, si se dispone del llamado kit reparapinchazos o de neumáticos tipo RunFlat, no deben llevar una rueda de repuesto o una de emergencia. Si se circula de forma habitual sin ninguno de estos cuatro accesorios, el conductor se expone a una multa económica de 200 euros.