Günter Hiermaier, que desde febrero es el único director gerente de Liqui Moly, está satisfecho con el resultado obtenido por la compañía en el primer semestre del año teniendo en cuenta la situación política mundial. “Habría preferido un comienzo más fácil en mi nuevo cargo. Las consecuencias de la pandemia -interrupción de la cadena de suministro, aumento de los precios de las materias primas y costes de transporte- aún no se habían superado y, entonces, la siguiente catástrofe en Ucrania nos cogió por sorpresa. La decisión de suspender nuestras operaciones en Rusia ha tenido severas consecuencias económicas para nosotros. Pero era la decisión correcta”.

Günter Hiermaier había previsto un aumento de más de un 10% para el primer semestre de 2022 en Liqui Moly, pero solo se ha alcanzado el 8%, por un valor de 382 millones de euros. “Estoy satisfecho con esto, pero no contento”, afirma el director gerente, para añadir que “estamos luchando con costes extremos. Los precios de las materias primas suben a niveles insospechados que, desafortunadamente, también tenemos que trasladar parcialmente a nuestros clientes”.

La cartera de pedidos es muy buena, según el balance de la compañía, ya que nunca se han producido tantos aditivos en el primer semestre; sin embargo, se han tenido que dejar en pausa pedidos por valor de millones debido a la situación de las materias primas. Además, hay un déficit de unos 20 millones de euros del negocio en Rusia durante el primer semestre, al que la empresa renuncia por voluntad propia. Rusia era uno de los mayores mercados de ventas para la empresa.

“Mitigar la pérdida de estos ingresos fue una gran hazaña. Además, se produjeron pérdidas millonarias en el negocio de China, que prácticamente se paralizó debido a los prolongados confinamientos en ese país. Aquí es donde nuestra estrategia de internacionalización da sus frutos. Dado que exportamos a 150 países, contamos con una gran diversificación de riesgos y hemos podido aumentar considerablemente nuestras ventas en otros países”, explica el director gerente.

Entre ellas se encontraban, por ejemplo, las filiales propias en el extranjero, como en Estados Unidos (más del 70%) o en España y Portugal (más del 30%). Pero otras regiones, como el norte de África, también registraron un buen crecimiento (24%). En la actualidad, la empresa obtiene alrededor del 60% de su facturación de las exportaciones. “Durante este periodo, el rendimiento se ve claramente afectado por los enormes costes. Que hayamos conseguido registrar un crecimiento de las ventas del ocho por ciento con estas circunstancias catastróficas es un hecho notable. Esto es gracias sobre todo a nuestros fieles clientes, a nuestro equipo de ventas y a los colegas de producción”, afirma Günter Hiermaier.

Liqui Moly Iberia

En cuanto a Liqui Moly Iberia, a pesar de varios indicadores negativos en el mercado, la sucursal ibérica continúa en un contraciclo con crecimientos de dos dígitos. “Estamos perfectamente preparados para enfrentar los desafíos de un mercado cambiante, y tenemos en nuestras manos todas las herramientas necesarias para seguir creciendo y para apoyar nuestros socios de distribución”, afirma Matthias Bleicher, CEO de Liqui Moly Iberia.

El responsable añade que “nuestro foco es muy fuerte en el mercado ibérico, con la reciente apertura de un nuevo centro logístico en Madrid para abastecer el mercado español. En la segunda mitad del año también seguiremos reforzando nuestro equipo comercial tanto en España como en Portugal. Las actividades de marketing, en las que continuamos marcando la diferencia, también son un pilar sólido de nuestro crecimiento”.