Durante Semana Santa, se producen millones de desplazamientos por las carreteras españolas, lo que conlleva la posibilidad de que se incrementen los riesgos de sufrir accidentes. Entre las principales causas de los siniestros, los estudios de accidentología apuntan, como principal causa, al error humano, presente en más del 80% del total de accidentes de tráfico. 

En este escenario, los sistemas de ayuda al conductor (ADAS) se posicionan como una herramienta eficaz para reducir estas cifras, precisamente en un año protagonizado por la entrada en vigor de la nueva regulación de la Unión Europea, que obligará, a partir de julio de 2024, a que todos los coches de nueva matriculación deban de estar equipados con determinados sistemas ADAS.

Un parque automovilístico renovado y dotado con estos sistemas evitaría el 40% de los siniestros viales y el 29% de las víctimas mortales, favoreciendo la reducción, por ejemplo, de los accidentes por salida de vía, el tipo de siniestro que más víctimas mortales produjo la pasada Semana Santa.

No obstante, aún queda una larga labor de concienciación. Según el último estudio elaborado por Bosch y Fesvial (Fundación Española para la Seguridad Vial), los consumidores no citan a los ADAS como una de las características clave a la hora de comprar un coche. De hecho, según el informe, estos sistemas ocupan la quinta posición en las prioridades de los clientes a la hora de elegir un vehículo, por detrás de factores como el prestigio de la marca, el consumo de combustible, el equipamiento multimedia e internet y la potencia y prestaciones.

En este contexto, Bosch señala cinco formas en que los sistemas ADAS pueden mejorar la seguridad vial esta Semana Santa:

1. Prevención de colisiones. Los ADAS pueden ayudar a prevenir accidentes a través de advertencias o intervenciones para evitar colisiones con otros vehículos. En función de la tipología de los accidentes más frecuentes sucedidos durante la Semana Santa del año pasado, sistemas como el Aviso de Colisión Frontal (FCW), que identifica la probabilidad de un accidente frontal inminente o la Alerta de Cambio Involuntario de Carril (LDW), que supervisa la posición del vehículo dentro del carril y avisa al pasajero cuando el coche se aproxima o traspasa las líneas de demarcación, serían de gran ayuda. Y si el conductor no reaccionase ante estas advertencias, el Asistente de Mantenimiento de Carril (LKS) mantendría de manera activa al vehículo dentro del carril mediante intervenciones automáticas en la dirección. En caso de una posible colisión por alcance inminente, la Frenada Automática de Emergencia (AEB) se encargaría de realizar de manera automática, y tras advertir de esta situación al conductor sin que éste reaccione, una frenada de emergencia para evitar el accidente o, al menos, reducir la velocidad de impacto para que las consecuencias sean las menores posibles
    
2. Mitigación de la gravedad de la colisión. Los sistemas ADAS también buscan reducir la gravedad de las colisiones cuando estas se producen. Por ejemplo, sistemas como la Frenada Automática de Emergencia (AEB) identifica posibles accidentes por alcance, advierte al conductor y, si éste no reacciona, realiza automáticamente una frenada de emergencia para reducir la gravedad del accidente al reducir la velocidad del impacto. Asimismo, el sistema Secondary Accident Mitigation tiene como objetivo evitar los accidentes secundarios al frenar el vehículo tras el primer impacto, impidiendo así que el automóvil se desplace incontroladamente por la calzada
    
3. Asistencia al conductor. Los sistemas ADAS proporcionan asistencia a los conductores de distintas maneras. Por ejemplo, el Asistente Inteligente de Velocidad (ISA) mantiene velocidades seguras, ya que adapta la velocidad del vehículo a la limitación de la vía. Otro ejemplo sería el Control de Crucero Adaptativo (ACC). que ayuda al conductor manteniendo la distancia de seguridad respecto al vehículo precedente, lo que incide en un menor riesgo de sufrir accidentes por alcance. Por otro lado, los sistemas inteligentes de iluminación asisten al conductor durante la conducción nocturna, ofreciéndole la máxima iluminación posible al adaptar automáticamente la iluminación de las luces de cruce y de carretera a la situación de la vía y del tráfico
    
4. Respuesta tras la colisión. En caso de un accidente, los sistemas ADAS pueden alertar rápidamente a los servicios de emergencia para atender a los ocupantes del vehículo con la mayor celeridad posible. Tal es el caso de la Llamada Automática de Emergencia eCall, que es obligatoria, desde 2018, en todos los modelos nuevos homologados en Europa. Bosch, a través de su centro de atención telefónica situado en Barcelona, proporciona este servicio de asistencia a nivel europeo para algunos fabricantes de automóviles
    
5. Mejora la seguridad de los colectivos de mayor riesgo: jóvenes y mayores. Uno de los aspectos relevantes de los ADAS para mejorar la seguridad en el tráfico, está relacionado con la prevención de los siniestros viales en grupos de conductores considerados “de alto riesgo”. En el caso de los conductores jóvenes (menores de 25 años), éstos tienen una baja percepción del riesgo y consumen, por lo general, más drogas y alcohol, lo que da lugar a una mayor probabilidad de cometer errores y/o violaciones de tráfico, que pueden derivar en accidentes de tráfico. Así, los ADAS pueden ejercer una función de fortalecimiento en el cumplimiento de la normativa de tráfico, especialmente en el exceso de la velocidad, la conducción temeraria o imprudente, o el no respetar las señales de tráfico. 
   En cuanto a los conductores de mayor edad, especialmente los mayores de 65 años, los factores de riesgo están relacionados con la pérdida de funciones y aptitudes físicas (visión, audición y motricidad) y psicológicas (memoria, concentración y rapidez en el procesamiento de información), que pueden dar lugar a accidentes. Los ADAS de especial utilidad para este colectivo son aquellos que brindan asistencia y ayuda en situaciones críticas de conducción suscitadas por sus limitaciones o “debilidades” psicofisiológicas.
    

Con el fin de mejorar la seguridad en las carreteras, a partir de julio de 2024, todos los vehículos turismos de nueva matriculación en la Unión Europea tendrán que equipar obligatoriamente los siguientes ADAS: Sistema de Frenada Automática de Emergencia (AEB), Sistema Avanzado de Mantenimiento de Carril (LKA), bien mediante advertencia al conductor, bien actuando automáticamente sobre la dirección, Alerta de Tráfico Cruzado (RCTA), que ofrece protección al conductor durante las maniobras de marcha atrás, Asistente de Velocidad Inteligente (ISA), Detector de Fatiga y Somnolencia (DDR), Sistema de Monitorización del Ángulo Muerto (BSM), Sistema de Monitorización de la Presión de los Neumáticos (TPMS), Caja Negra (EDR), que permite la recopilación y registro de parámetros de conducción previos y tras el accidente, Inhibidor de arranque con alcoholímetro y Alerta de uso del cinturón en todas las plazas.